Es increíble la cantidad de hechos y acontecimientos que deben darse para que ocurra una situación en concreto; que te encuentres en el momento y en el lugar adecuado para que ocurra, y que precisamente seas TÚ a quien le pase.
¿Nunca te has parado a pensar en la cerveza que te estás bebiendo, de entre millones de ellas, era para ti? ¿Por qué esa, por qué no cualquier otra?
Tú eliges el lugar en el que estar, pero no eliges lo que ocurra en ese sitio.
Es increíble la cantidad de hechos estúpidos que ocurren a diario, se entrecruzan, y te cambian la vida: Que un amigo le diga a otro que juegue a un juego, y que una amiga le diga a otra que juegue al mismo, que casualmente, de entre todas las personas del juego, os encontréis, y sin daros cuenta, ocho meses después, estuvieran locos el uno por el otro.
Y es increíble la cantidad de estupideces que hemos hecho nosotros mismos para joderlo todo, porque eso no es casualidad, ni probabilidad.
Creamos nuestro propio destino, pero estamos atados a las garras del azar, y me duele en el alma cada día que pasa y veo que todo lo que he vivido hasta ahora no me está llevando a nada que me llene realmente.
Vivir una vida esperando a que llegue algo que la cambie drásticamente es demasiado triste. ¿Quién sabe? Quizás muera mañana y no haya vivido nada que merezca la pena, o quizá a ojos de otro sea el ser más afortunado del mundo.
¿Qué debería hacer? Es una respuesta que aún no soy capaz de encontrar, y por eso me aferro al pasado. Vivir en el pasado no es una vida, es una tortura.
¿Qué cambiar en mi vida? ¿Qué cambiará mi vida? Sea lo que sea, espero que llegues o te encuentre pronto.
"And in the end of our time, we only got the bitter end."
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Sonando: Burn with me - Amaranthe
Magi van der Mørt
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